¿Qué pasa con Laura?

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jueves, 31 de marzo de 2016

¿Qué labiales nos trae la primavera?


Como ya ha cambiado la hora, las tardes se alargan y tengo la esperanza de que el tiempo mejore ya en España, he comenzado a prepararme ya para la primavera.

Después de un invierno con predominio de tonos burdeos para los labios, la primavera llega cargada de corales y rosas, que favorecen tanto a rubias como a morenas.

Mis dos nuevas adquisiciones son:

- Lápiz de labios Clarins Joli Rouge Brillant tono hibiscus. Es un tono coral, muy hidratante y con un brillo precioso sin exagerar.

- Dior Addict- Ultra Gloss tono Cruise. Da un tono fresa suave, hidrata más que los habituales Gloss de Dior y da mucho volumen a los labios finos. Tiene una gama de colores espectacular y no te debes llevar por el tono exterior del labial, porque una vez aplicado queda más suave y natural.

Ahora que empezamos a coger los primeros rayitos de sol, a coger buen color y a aplicarnos menos maquillaje, un buen labial es la clave. Un toque de colorete y labial a juego, máscara de pestañas y estupenda para afrontar el día.

Pruébalos y ya me dirás qué sensación te dieron.
Te vas a ver estupenda sin hacer una gran inversión. ¡Que los disfrutes!

miércoles, 30 de marzo de 2016

Meriendas sanas y divertidas


El hecho de ser intolerante al glúten te limita a la hora de comer, merendar, cenar, salir con amigos.
Yo siempre he sido de buen comer pero procurando siempre que los alimentos sean lo más nutritivos y sanos posibles.
Hace poco inventé esta merienda tan fácil:
Batí unas fresas con un pelín de agua y un chorro muy pequeño de sirope de agave. Quedó como una compota suave pero dulcita, que utilicé como mermelada con unas tortitas de maíz. Quedó especialmente delicioso y hasta los niños querían comerlo.

La idea es calmar las ganas de algo dulce, comiendo sano y sin gluten. Además, es una merienda natural, que aporta vitaminas y no contiene azúcares refinados.

Como acompañante, un té con leche de soja o de arroz y merienda perfecta.

¿Qué otras recetas hacéis con tortitas de arroz?

¡Hasta pronto!

martes, 15 de marzo de 2016

El día que me dio por hacer pan



Voilá! Aquí estaba mi pan.

A raíz de una intolerancia al gluten llevaba rondándome por la cabeza que si supiese hacer pan sin gluten en casa, ahorraría tiempo y dinero.

Pues bien, me hice con una bolsita de mezcla de marca Beiker, que puede adquirirse fácilmente en Mercadona y un taquito de levadura sin gluten también de Mercadona.



"Sólo" había que seguir los pasos que indicaba la bolsa y mezclar el preparado con agua, sal y azúcar.
Todo ello a mano, ya que no dispongo de ninguna máquina específica para esto (que las hay).

Pues bien, todo parecía relativamente fácil: pesé las cantidades justas en una pesa digital, mezclé todo bien amasando con las dos manos hasta que la pasta obtenida se hizo homogénea. Entonces fui cuando me di cuenta de que mis manos se habían quedado atrapadas dentro de esa masa. No había manera de sacarlas y mucho menos de limpiar o retirar los restos de mis manos. Todo esto bajo la atónita mirada de mis dos hijos de 3 y 7 años. "Pero ¡mamá!, ¿el pan se hace así? Puajj" -decían-. Y yo pensaba... "espero que nadie me necesite en los próximos 10 minutos hasta que sea capaz de sacar las manos de aquí dentro". ¡Cuánto nos reímos!

Al final, conseguí librarme de la masa y estuve otros 8 minutos con las manos bajo el grifo intentando limpiarme los restos. Fue asunto casi imposible y tuve que acudir al mismísimo estropajo para retirar los restos. Con lo cuál, os podéis imaginar cómo acabaron mis manos...

A continuación, deje la masa reposar en el mismo recipiente como una hora y a la vuelta se suponía que debía dar forma a aquello, bien como pequeños panecitos, bien como un gran pan. Pero la masa seguía igual de pegajosa y no quería volver a hacer pasar a mis manos por ese mal trago.

Así que preparé la bandeja de horno con su papel y, con la ayuda de dos cucharas, intenté hacer cuatro montañitas de masa. Como podéis ver arriba, finalmente lo medio conseguí, pero cuando estaba añadiendo las 4 montañitas realmente tenía la sensación de que la masa se expandía por toda la bandeja y que no había forma ninguna.

A posteriori puedo decir que el pan estaba bueno y esponjoso, pero si lo volviese a hacer creo que cambiaría lo siguiente:
  • Haría rayitas en la masa, ya una vez en la bandeja, para facilitar su posterior cortado.
  • Utilizaría unos guantes finos de latex para amasarlo todo y no tener que meter mis manos en tremendo trajín.
Finalmente resultó ser tanto pan, que lo tuve que cortar y congelar, cosa que resultó bastante difícil ya que la costar exterior estaba muy dura cuando se enfrió y al ser de maíz, la masa se resquebraja con facilidad. Lo corté como pude, con el inconveniente de que las rodajas más gordas no caben en la tostadora y te vez obligado a encender el horno (otro gasto más de electricidad).

En resumidas cuentas, fue interesante el experimento, pero creo que voy a seguir prefiriendo comprar el pan y ahorrar en luz y crema de manos. 

¿Habéis probado alguna vez a hacer pan "manual" sin ayuda de máquinas?
¿Y pan sin gluten?

¡Espero vuestros comentarios!
¡Hasta la próxima!












¡Bienvenidos!





¡Hola y bienvenidos!

Este es el comienzo de una nueva andadura, ya no tanto profesional,como personal y vital.

Hace mucho tiempo que estaba deseando comenzar este blog para contar qué pasa con Laura, que no se trata más que de un recorrido por mi día a día, mis pequeños descubrimientos, mis gustos y aficiones.

Y, ¿quién se esconde tras este blog? Pues Laura, una persona normal, de pie de calle, con gustos y aficiones sencillas y que disfruta con las cosas pequeñas de la vida.

En este blog encontrarás diversión a ratos, información en otros, entretenimiento a veces pero sobre todo podrás observar a través de una mirilla qué pasa con Laura.

¡Por aquí te espero!