El otro día me regalaron una falda-pantalón preciosa de temporada que conjuntaba con "esto":
Antes que nada, aclaro que agradecí el regalo muchísimo porque me lo regaló alguien a quien quiero mucho y además porque me lo hicieron, como se dice, " sin venir a cuento". No era ni mi cumpleaños, ni mi aniversario ni siquiera mi santo. Y esos detalles, ¡son los que te llegan!
Ahora bien, ¿pero "esto" qué es?
El ancho es como el del cojín del sofá y el corto como por encima del ombligo. Algo ha pasado... ¿Han confundido el ancho con el largo? ¿Han juntado dos camisetas en una? ¿El tronco de la media de la población es más corto que el mío? Pero...¿quién inventó esto? Y todavía más, ¿a quien le queda bien "esto"?
¡Horror!
Yo siempre he sido muy seguidora de moda y tendencias porque me gusta, lo disfruto y me divierte. Pero nunca me han gustado los extremos.
Y os pregunto: Por seguir una tendencia... ¿Alguna vez os habéis puesto algo que no os favorecía?
Yo creo que no, al menos conscientemente.
Si se llevan las cosas cortas, los corales y las rayas marineras pues lo ideal, en mi opinión, sería adoptar sólo las tendencias que nos favorecen a nosotros personalmente y que sacan lo mejor de nosotros mismos. Por ejemplo: una persona muy delgada quizás esté estupenda con rayas marineras horizontales y con blusas por encima del ombligo, pero otra persona más rellenita quizás se saque mejor partido con un vestido coral precioso.
No hay que renunciar a la tendencia, hay que hacerla nuestra para que al mirarnos al espejo nos sintamos favorecidos.
Todos tenemos algo bonito o que nos gusta de nosotros, ¡destaquemos ese lado! Y no dejemos que nadie vea lo que no queremos ver.
¿Qué opinais? ¿Seguís tendencias con los ojos cerrados, o tenéis vuestro propio criterio?
¡Hasta pronto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario